La transición energética debe ser integral, abordando tanto los aspectos tecnológicos como los sociales.
Es necesario fortalecer los procesos de consulta previa, garantizando su efectividad y eficiencia, con un enfoque que reconozca las particularidades de las partes involucradas.
La transición energética requiere enfrentar la desinformación, la polarización, la politización, la personificación y el exceso de tecnicismos
La transición energética debe consolidarse como una política de Estado y no solo de gobierno.